“¡Qué noche más larga!”. Esta frase se cantó a todo pulmón en el concierto de la banda Señor Loop en el país y repetirla ahora ayuda a explicar lo nutrida que fue la jornada.
El viernes 20 de diciembre, el día en que menos se podía esperar un llenazo en un concierto, los panameños convocaron a 1.300 personas en Club Vértigo, en Paseo Colón. Toda esa gente estaba lista para disfrutar de lo que Señor Loop mejor sabe hacer, canciones de rock para bailar y canciones de salsa para rockear.
Aparte de Señor Loop, la jornada le ofreció al público buen sonido y un buen escenario para disfrutar de bandas nacionales como Hijos, Magpie Jay y Santos & Zurdo, todo organizado pro la novel productora Caravana.
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Suena exagerado, pero Señor Loop no ha dado un concierto malo en Costa Rica en los últimos diez años y su presentación en Paseo Colón solo extendió su leyenda.
Señor Loop vino a estrenar los primeros sencillos de su quinto disco, La leña que prende madera de la mejor forma, dando otro concierto inolvidable en el país.
Concierto
Salieron al escenario a la medianoche, cuando el público empezaba a desesperarse, pero todo mal sentimiento fue menguado cuando sonaron las primeras notas de Guarumo, la canción con la que inician su disco Vikorg (2013). La ovación que recibió la banda al entrar al escenario se la desea cualquier político.
Pusieron a la gente a bailar cumbia con el tema Insensato y luego Señor Loop los puso a cantar a todo pulmón Números rojos, una balada que llenó el lugar de nostalgia. De esa saltaron a Ice Melting, del disco MCMLXXXII (2008), otro tema sensible y doloroso, pero perfecto para cantar en un gran coro.
Señor Loop mostró su evolución pasando de canciones nostálgicas de años atrás a Cuando todo está bien, uno de los sencillos del disco que publicarán en el 2020. La canción tiene apenas un par de meses publicada pero la gente la coreó como un clásico más.
Los sentimientos fuertes continuaron con Lo que hay, otra balada desgarradora y luego la energía subió de nuevo con los temas Aguarrás y Miami 666, este último del disco Madretambor (2004).
El concierto llevaba una hora y la gente había coreado casi todas las canciones. Triste perro no fue la excepción.
Estrenos
"Esta es una canción que escribimos con Iñaki (guitarrista) y Chale (baterista), viene en el nuevo disco”, dijo el vocalista y guitarrista Lilo Sánchez antes de interpretar Qué dicha. El tema se publicó hace una semana y de nuevo el público sorprendió cantándola de inicio a fin.
Señor Loop tiene la capacidad de hacer y tocar los riffs más sensuales, de esos que lo enredan a uno hasta que, sin darnos cuenta, estamos cantando el coro. “¡Qué noche más larga!”, cantamos a todo pulmón, con el anhelo de que el concierto nunca se acabara.
La banda aprovechó para estrenar Gran Combo, otra de las canciones que estará en su disco La leña que prende madera. En entrevista Lilo había dicho que su energía en el escenario era muy grande y aquí lo demostró: puso a la gente a bailar, a cantar y hasta le sacó un poderoso solo a su guitarra.
De inmediato la banda volvió a convocar las voces del público con El mono y la culebra. Lilo se aseguró de que la gente cantara, incluso pasándole el micrófono a las personas de las primeras filas.
“Gracias Costa Rica por recibirnos siempre, es un placer”, exclamó Lilo antes de pasar a Mes de la Patria. Este terminó con la participación sorpresa de la cimarrona tica Uachimán, que ayudó a que el estreno de este tema fuera aún más memorable.
El final del concierto se acercaba y así, sin que la banda se despidiera, la gente empezó a corear “¡otra otra!!". Siguieron con Grandes Ingenuos y finalmente Quieras o no, una canción que mezcla todos los ingredientes estrella de Señor Loop: rock, salsa y mucho sentimiento.
Con esa canción se despidieron de un público que siguió pidiendo más, pero que quedó satisfecho con las dos horas de concierto.
Talento tico
Con buen tino la productora Caravana reunió a tres bandas ticas para que el paso de Señor Loop fuera aprovechado para descubrir nuevos sonidos. Durante toda la noche se sintió mucho amor para los artistas nacionales y fue al grupo Hijos al que le tocó recibirlo de primero.
El cuarteto inició con los temas Agua del cielo y No te espero, que los pusieron a bailar con su mezcla entre rock y música electrónica. Con mucha seguridad en escena y la atención del público tocaron canciones como Luces de San José, Río y Tu amor.
En tanto los de Magpie Jay demostraron porqué son de las bandas nacionales más populares al dar un concierto con el público en la palma de su mano.
Bastaba que el guitarrista Felipe Apéstegui empezara con las notas de temas como Skin of a Bear o Trigger para que la gente arrancara en gritos y cantara con ellos.
Quizá las escenas más memorables de este concierto fue cuando el público se encargó de cantar enteras I’ll Wear Black to my Own Vigil y Lourdes, a veces ahogando con sus gritos la voz del cantante Julián Garita.
Sin duda fue una gran noche para ver a bandas muy distintas pero muy queridas disfrutar de su mejor momento.